Cuando se trata de preparar cócteles con ron añejo, la simplicidad es clave. Este tipo de ron ha pasado años desarrollando sabores complejos, con notas a madera, vainilla, frutas secas y especias. Por eso, no necesita demasiados acompañantes para brillar. Un buen cóctel con ron añejo suele construirse con solo tres o cuatro ingredientes cuidadosamente seleccionados. Deja que el ron sea el protagonista. No hay atajos cuando trabajas con un buen ron. Usa jugos recién exprimidos (nunca de cartón), jarabes caseros si es posible, bitters artesanales y licores premium. Un ron añejo merece acompañantes que lo respeten. Un vermut mediocre o un jugo oxidado pueden arruinar la experiencia. Si vas a usar pocos ingredientes, asegúrate de que cada uno aporte algo valioso y auténtico al conjunto. No subestimes el papel del hielo en un cóctel. El uso de un cubo grande o una esfera de hielo tiene una razón técnica: se derrite más lentamente, lo que evita que el cóctel se agüe rápidamente. Esto es crucial para preservar las notas delicadas del ron. Además, un buen hielo también eleva la presentación del cóctel, transmitiendo una sensación de cuidado y elegancia. Beber un cóctel con ron añejo es casi una ceremonia. Antes del primer sorbo, acércalo a tu nariz y detecta sus aromas: ¿frutas tropicales? ¿caramelo tostado? ¿tabaco? Luego, toma pequeños sorbos y deja que los sabores se desplieguen en tu boca. No es una bebida para apurar. Disfrutarla con calma permite que cada matiz se exprese, como si escucharas una historia contada por el ron. Elige un vaso bajo tipo “old fashioned”, ideal para cócteles simples con ron añejo. Y si vas a decorar, que sea con intención: una cáscara de naranja flameada o una ramita de canela puede ser el toque final que complemente el carácter del ron sin robarle protagonismo.
🍹 Menos es más:
🥇 Ingredientes de calidad:
🧊 Hielo adecuado:
👃 Degustación:
📝 Consejo final: